Por: Steve Blechman y Thomas Fahey
Muchos adultos toman suplementos de hormona de crecimiento para ayudarlos a vivir más tiempo. Esto podría ser un error.
Estudios realizados con ratones mostraron que los animales con bajos
niveles de hormona de crecimiento, IGF-1 e insulina, viven 50% más que
los animales con niveles normales de esas hormonas. Las mitocondrias, el
centro neurálgico de las células, son fundamentales para vivir más
tiempo. Bajos niveles en la hormona de crecimiento aumentan la síntesis
de mitocondrias.
Estudios a largo plazo de administración de hormona de crecimiento
muestran un incremento en la masa magra y descenso de la grasa corporal.
No muestran efectos en la tasa de mortalidad o incidencia de enfermedades como el cáncer. A pesar de los avances médicos, la expectativa de vida en humanos no ha cambiado mucho.
Las personas viven un poco más, pero muy pocos pasan de los 110 años. La
revolución genética es probable que nos dé una luz sobre los límites de
la vida humana. (Journal of Gerentoloy Series A: Biological Sciences
and Medical Sciences, publicado online 30 de Marzo de 2012).
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