- Espacio reducido y vestuario lleno: si en lugar donde podemos vestirnos y guardar nuestros objetos hay una gran demora y no existe capacidad para todos los que desean usar las instalaciones, entonces, estamos ante la presencia de un gimnasio chico que en horarios pico tampoco tendrá la suficiente capacidad para que podamos usar las máquinas, mancuernas y demás equipos que hacen a un buen entrenamiento. Debemos prestar atención a esto y analizar lo que sucede en el horario en que asistiremos siempre.
-Se subestima el estiramiento: si podemos probar una sesión o clase y vemos que en ella se resta importancia a la flexibilidad y a los estiramientos, debemos recordar que el enfriamiento y estirar los músculos son parte fundamental si queremos ver resultados. Intentemos obtener más de ellos.
- Demasiado frío o mucho calor: la temperatura es crucial para que el cuerpo se esfuerce, por eso, si en invierno hace mucho calor debido a calefacción y en verano no dejamos que la temperatura supere los 25 grados, estaremos ante un problema, porque el cuerpo no sufrirá mayor demanda a causa de los cambios climáticos. Se puede acondicionar el ambiente, pero sin alcanzar extremos.
- Equipamiento viejo y en malas condiciones: si hay maquinarias viejas y rotas, es probable que el movimiento que hagamos en ellas no sea correcto ni efectivo. Incluso podemos sufrir lesiones a causa de desprendimiento de partes o un trabajo en mala posición. Por eso, este aspecto es fundamental y siempre que elegimos gimnasio debemos supervisar el estado de los equipos y la funcionalidad de los mismos.
- Sin reglas a cumplir: cuando dejamos que las máquinas del área cardiovascular se utilicen sin restricciones y no exigimos orden en un gimnasio, todo se vuelve un descontrol. Y aunque en forma implícita sabemos lo que deberíamos hacer, sin en el gimnasio no hay reglas las probabilidades de que todos podamos aprovechar los equipos y disfrutar del lugar para entrenarnos se reducen.
- Demasiado frío o mucho calor: la temperatura es crucial para que el cuerpo se esfuerce, por eso, si en invierno hace mucho calor debido a calefacción y en verano no dejamos que la temperatura supere los 25 grados, estaremos ante un problema, porque el cuerpo no sufrirá mayor demanda a causa de los cambios climáticos. Se puede acondicionar el ambiente, pero sin alcanzar extremos.
- Equipamiento viejo y en malas condiciones: si hay maquinarias viejas y rotas, es probable que el movimiento que hagamos en ellas no sea correcto ni efectivo. Incluso podemos sufrir lesiones a causa de desprendimiento de partes o un trabajo en mala posición. Por eso, este aspecto es fundamental y siempre que elegimos gimnasio debemos supervisar el estado de los equipos y la funcionalidad de los mismos.
- Sin reglas a cumplir: cuando dejamos que las máquinas del área cardiovascular se utilicen sin restricciones y no exigimos orden en un gimnasio, todo se vuelve un descontrol. Y aunque en forma implícita sabemos lo que deberíamos hacer, sin en el gimnasio no hay reglas las probabilidades de que todos podamos aprovechar los equipos y disfrutar del lugar para entrenarnos se reducen.
Todos estos aspectos negativos que podemos encontrar en un gimnasio deben ser tenidos en cuenta al momento de escoger dónde entrenar y no deben ser mayores estos caracteres que aquellos positivos, de lo contrario, el entrenamiento y su calidad será inferior a lo previsto.
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